Crear una marca sólida y reconocible es cada vez más complicado. Vivimos en un mundo saturado de marcas, y por supuesto de saturación publicitaria: el spot televisivo, la cuña radiofónica, mensajes en prensa, revistas, publicidad exterior… Un montón de publicidad convencional que ahora convive además con la nueva publicidad, la publicidad interactiva y digital. Pero, dentro de toda esta saturación, crece la necesidad de crear una marca y potenciar ese reconocimiento de marca que atraiga no solo consumidores, también inversores, empleados, posibles clientes, proveedores…
Una marca es un signo distintivo para diferenciar en el mercado a los productos y/o servicios de una empresa de los de sus competidores. Pero con tal saturación aún encontramos muchísimas empresas que poco sabríamos diferenciarlas de la competencia. La comunicación, por supuesto es esencial y el famoso circulo de oro de Simon Sinek, es una forma magnífica de entender el porqué ciertas marcas han tenido éxito muy por encima de tantos otros que también lo han intentado.
El circulo de oro es un modo completamente diferente de utilizar la comunicación. Toda empresa tiene un qué (la parte más racional), cómo y porqué (la más emocional). Cualquier empresa tradicional empieza por el «qué», para (quizás) continuar por el «cómo» y en raros casos llegar a un «para qué». Así que una vez se entiende la empresa y la razón de su existencia, ésta debe empezar a comunicar de acuerdo con esto.
Y es de gran importancia también, si miramos a estas compañías de éxito que han estado ahí durante tantísimo tiempo, ¿qué ofrecen que las demás no? Vemos que todas aplican este circulo de oro en su comunicación, pero también tienen algo que es lo que hace que sean ellas: reconocimiento de marca, sabemos quiénes son solo con mirar su logotipo o su eslogan.
Yendo al marco de la publicidad no convencional, los productos promocionales proveen a los anunciantes de ventajas que no podrían conseguir con otros medios: mayor repetición de exposiciones, impresión favorable, son eficientes y tienen un bajo coste por impresión. Según un estudio de Promotional Products Association International, en el que preguntaron a sus participantes por nombres de marcas que habían visto en regalos publicitarios que habían recibido o en anuncios impresos (revistas, prensa…); y el 76% recordaba el nombre de la marca, mientras que en el caso de la publicidad en papel fue de un 53%.
Los regalos publicitarios están al alcance de cualquiera, hay tantísimos regalos publicitarios que todos se pueden adaptar a las necesidades de cada marca, presupuesto y ocasión. Los artículos promocionales pueden ayudar a dar visibilidad a una marca o empresa para ayudar a mantenerla siempre en mente a su público, ayudándola a largo plazo.
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Publiregal
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